Nadim

El desierto de concreto de esta ciudad del occidente de México requería de un oasis y el amplio conocimiento de espacios de esparcimiento de Filipao Nunes sobre el diseño arquitectónico, interiorismo y objetos cerró el candado reinterpretando la azotea del edificio para convertirla en riad marroquí, un rooftop llamado NADIM.

Es un gran espacio en el que los diferentes ambientes se crearon combinando la voluptuosa vegetación y el mobiliario inspirados en la tradicional cultura de Marruecos, ambos envueltos por una majestuosa estructura de metal y cristal que aísla, de las diferentes condiciones meteorológicas y ruidos exteriores, sin perder el contacto visual con el entorno.

El centro del espacio está dominado por la barra redonda que se encuentra cubierta por una jaula de pájaros en una estilizada versión de los tradicionales aviarios neoclásicos franceses, haciendo referencia a la influencia que este país tuvo sobre esta particular zona del norte de África. Es la pieza clave del diseño y sobre la que giran los elementos que componen la totalidad del proyecto.

Las circulaciones son esenciales para un lugar en donde los encuentros son el elemento de cohesión entre el ambiente y sus usuarios, permitiendo además crear zonas más íntimas para los grupos menos numerosos. En la búsqueda de desarrollar un nuevo concepto y con el objetivo de la reutilización en mente se aprovechó el techo de un centro nocturno local que cambió para dar forma a este remanso en medio de la malla urbana de Zapopan.

El lenguaje de diseño de NADIM es una combinación de luces, acentos de neón, vegetación, textiles y lámparas de diferentes formatos. Elementos kitsch, geometrías mudéjares y alta tecnología crean una atmósfera que te da la sensación de estar volando sobre una alfombra como la mítica de Aladino. Uno de los mayores aciertos del proyecto es la manera en la que te envuelve y te transporta de inmediato a otro lugar, olvidando la intensidad de la metrópoli.